Todo inicia cuando una piedra pasa por mis manos, exploro la magia que cada una contiene y busco transmitir su energía y belleza en cada pieza de joyería que hago, a modo de que sea única y que no pierda su esencia.
Nací en la Ciudad de México donde crecí entre ríos y aventuras increíbles, estimulada por mi mamá que nos transportaba con sus historias y anécdotas a un mundo mágico e increíble. Vengo de una familia clásica de México, grande y numerosa, de abuelos dedicados al diseño de calzado. Crecí entre maquinarias y bajo el cobijo de mi mamá quien me impulso a desarrollar mi imaginación con la frase “No hay imposibles en esta vida, mientras tu lo quieras, lo lograras tarde o temprano”.
Buscando otros caminos por cuestiones de casualidad me tope con la joyería, ahí es donde encontré mi pasión en todo el sentido de la palabra, podía expresar mis ideas y transmitir en cada pieza, lugares, personas, arte y todo lo que he visto y vivido.
Lo cotidiano comencé a transformarlo en objetos que poco a poco se desenvolvieron como piezas de joyería, jugando con la magia del metal y las piedras.
Superviso continuamente las formas en las que las piedras y minerales junto con el metal, principalmente plata, transmitan mis ideas. El arte que hago habla de solidez, peso y calidad en piedras y minerales, convirtiendo a cada pieza que hago en única. Mientras trabajo, busco el equilibrio entre el espacio positivo y el negativo para que ambos coexistan. Busco y me esfuerzo por estar tan presente como puedo a cada paso del proceso creativo, dejando que la pieza se convierta en lo que necesita ser.
María Eugenia Sánchez
Artista